martes, 1 de diciembre de 2015

Cruzamos el espejo

Como estaba previsto cruzamos el espejo y entramos en el País de las Maravillas de la mano de Alicia. Fue nuestro homenaje-fiesta de cumpleaños de la publicación de la obra de Lewis Carrol. Vivimos una verdadera aventura en el sorprendente mundo de Alicia gracias al esfuerzo del Equipo de biblioteca, el elenco de espléndidos actores (ahora los veréis) y, muy especialmente, al talento e imaginación que derrocharon nuestro equipo de maquillaje y caracterización, las "joyas" de la Formación Profesional Básica con sus profesoras a la cabeza.
Muuuuuuchas gracias a todos y todas. Para los que no pudieron venir tenemos un regalo de "no cumpleaños": la grabación en vídeo. Disfrutadla como lo hicimos nosotros.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

¡Llegamos tarde! ¡Llegamos tarde!

-Estamos invitados a tomar el té con un sombrerero loco, un gato sonriente, liebres, tortugas...
-¿Y ya llegamos tarde?
-Nooooo, la invitación dice mañana en el primer recreo. Aún estamos a tiempo de disfrutar de esta aventura. -¿Dónde?
-En el País de las Maravillas, esto es, en la biblioteca, ¿dónde si no?
¡Corre, corre, que llegaremos tarde.!

viernes, 20 de marzo de 2015

Por los aires

Ahora que andamos a vueltas con los huesos de Cervantes se me plantea el siguiente dilema: ¿qués es más enriquecedor para la cultura universal (y cervantina en particular): desenterrar los huesos que más que ser, parece que son porque nada nos dice que sean de otro... o desempolvar ese librote que se duerme en las estanterías y redescubrir por qué cuando hablamos de "obra cumbre de nuestra literatura" y de "autor universal" no estamos exagerando? No hay color, vamos por el librote.
Y eso hicimos el viernes 13 de marzo.
En la segunda parte del Quijote, cuyo cuatrocientos cumpleaños celebramos, las aventuras del hidalgo están enmarcadas en un ambiente burlón deliberado. Don Quijote ya es un personaje conocido gracias a la publicación de sus primeras aventuras y duques y villanos se aprestan a las tomaduras de pelo a costa del ingenuo caballero andante y no menos ingenuo escudero. Y nosotros con ellos a resucitar bromas sin ninguna malicia y con ganas de reírnos un rato.


Y desta guisa acabó la aventura, mas no acabara si vuesas mercedes gustaron della, pues que en la novela aún guárdanse otras para regocijo de lectores y menesterosos de alegrías. ¡Déjense de huesos de muertos y aplíquense al disfrute de vivos!. Y no digo más.