Pasan todo el tiempo encerrados en sus vitrinas y están deseando salir. Ahora que vas a tener tiempo libre, déjate llevar por el espíritu de la Navidad y sé bueno: llévatelos de vacaciones, ábrelos, hojéalos (y ojéalos), léelos, duerme con ellos, invítalos a polvorones o a turrón, cántales villancicos, lo que tú quieras... pero no te olvides de ellos en vacaciones. Los libros nacieron para hacerte disfrutar, déjalos hacerlo. Aquí tienes algunas sugerencias, pero si estos no te "llaman", pásate por la biblioteca y... tú mismo.